Clínica Cirugía Estética Madrid | Medicina Estética
Los polinucleótidos son fragmentos purificados de ADN de cadena simple (normalmente derivados del ADN de salmón o trucha), altamente biocompatibles y seguros. No son células vivas ni medicamentos, sino biomoduladores regenerativos.
Actúan reparando el daño celular, hidratando intensamente, reestructurando la dermis y activando fibroblastos para que produzcan colágeno tipo I y elastina. También tienen un potente efecto antioxidante y antiinflamatorio.
Traducción al lenguaje de consulta: son «fertilizantes inteligentes» que reactivan tu piel desde dentro, especialmente cuando ya no responde a cremas ni tratamientos superficiales.
Especialmente indicados en:
Piel fina, seca o deshidratada
Arrugas finas, especialmente perioculares
Ojeras pigmentadas o con pérdida de volumen
Textura irregular, poros visibles
Flacidez leve y pérdida de elasticidad
Cicatrices atróficas (acné, cirugía)
Post procedimientos agresivos (láser, peeling, radiofrecuencia)
Personas que no quieren ácido hialurónico o tratamientos invasivos
Facial completo
Periocular (ojeras, arrugas, párpado inferior)
Cuello y escote
Manos (piel finísima)
Labios (efecto hidratante y anti-código de barras)
La zona periocular es una de las más agradecidas y donde se nota un antes y un después real.
Hay dos formas principales:
Inyección intradérmica en microdepósitos tipo mesoterapia (en forma de “pápulas”)
Microneedling superficial (cuando se desea tratar toda la superficie de la piel)
Técnica periocular:
Con aguja muy fina (30G), pápulas muy superficiales a nivel subdérmico
Cantidad mínima por sesión (0.1 a 0.3 ml por ojo)
Técnica suave para no provocar hematomas ni congestión
Los resultados son progresivos y acumulativos:
Hidratación profunda inmediata
Reducción de arrugas finas
Disminución de ojeras pigmentadas
Piel más luminosa, densa y firme
Reducción del estrés oxidativo celular
A largo plazo: mejora visible en textura y elasticidad
No es un relleno. No hincha. No cambia la expresión. Solo regenera. Y eso es lo mágico.
Protocolo estándar: 3 a 4 sesiones, cada 2 o 3 semanas
Mantenimiento: 1 sesión cada 4-6 meses
El efecto acumulativo es clave. Se nota mucho tras la segunda sesión y se consolida hacia la tercera o cuarta.