Esta anomalía puede afectar a una o a las dos mamas y el tratamiento para solucionarlo es quirúrgico.
Dependiendo del grado de complicación se resuelve con técnicas que van desde colocar simplemente un implante mamario en los casos leves hasta en una remodelación glandular completa en casos más severos.
La intervención se realiza mediante ingreso hospitalario, con anestesia general.